martes, 2 de abril de 2013

Puente Romano

Una salida rápida para un domingo después del asado: preparar el termo con agua caliente, el mate y algo para picotear (jua! ni que fuéramos pajarólogos); luego rumbear para el Circuito Chico. Se puede hacer una parada en el Punto Panorámico (mejor un poco antes para no encontrarse con varias y abundantes especies de turistas) donde la vista es mas o menos así de magnífica:


Vista desde el Punto Panorámico
Allí entre el canto de aves conocidas se podrán ver otras criaturas como ésta:

Lagartija
Siguiendo la ruta del Circuito Chico, llegando a donde está el guardaparque sobre el lago Moreno, se puede dejar el auto e iniciar algunas caminatas cortas pero provechosas. Se puede ir al lago Escondido, al Puente Romano, o al mirador de Villa Tacul.
En esta oportunidad tomamos el sendero al Puente Romano el cual transcurre entre túneles de Caña Colihue:



Durante todo el trayecto nos acompañaron los infaltables Rayaditos y Picoleznas.
Picolezna Patagónico
Y como ingrediente principal los Chucaos que en parejas y a los costados de la senda nos invitaban a salirnos de ésta y compartir con ellos sus costumbres y formas de comunicación. Aprendimos, más allá de su grito de alerta típico y muy escuchado en el Bosque Araucano similar al gorgoteo de un Pavo de granja, otras formas de comunicación mas sutiles como el llamado de presencia hacia su compañero/a y el silbido de reconocimiento o curiosidad. Elementos éstos que imitamos con la intención de atraerlos para observarlos mejor y fotografiarlos. Lo logramos, atraerlos... fotografiarlos es otra historia, como lo demuestran los siguientes registros:


Chucao de frente

Chucao curioso en huída
Habrá que volver pronto con mejor técnica y más paciencia. No hay forma de aburrirse siendo pajarólogo!

 


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