sábado, 25 de mayo de 2013

2 días en la Buitrera

24 y 25 de mayo de 2013

¿Pernocte en la Buitrera? Sí, suena increíble, pero así fue. Hace tiempo veníamos pensando que el único modo de ver a los cóndores saliendo de sus dormideros, era pasar la noche en el refugio, levantarnos muy temprano y estar ahí, frente a la piedra-dormitorio en el momento preciso. 
La oportunidad apareció de la mano de un visitante que también estaba interesado en hacer una salida con nosotros y a pesar de haber estado el domingo anterior, pensamos que el mejor lugar era visitar era la Buitrera. Con muy poco tiempo, menos de dos días, programamos horarios, equipo, autos y... ¡allá vamos!
El primer grupo salió más temprano y en el camino  pudimos observar una pareja de buteos, algunos tordos y escuchar rayaditos
Aguilucho Común - macho adulto
Aguilucho Común - hembra adulta








Llegamos al refugio y en el menor tiempo posible ya estábamos rumbo a la buitrera a observar cómo cada cóndor ya estaba ubicado en un hueco acomodadito para encarar su descanso, algún último vuelo y a descansar! 
 
Cóndor Andino - Macho adulto

En el camino, la velocidad en que iba cambiando el paisaje según como iban jugando las luces del día, nos estremecieron.
Salida de la Luna llena
Atardecer en la Buitrera
 
Buitrera iluminada por la Luna llena

La luna llena se dejó ver poquito tiempo y después de un rato de disfrute y muchas fotos tomadas regresamos con el reflejo de la luna a través de un cielo con niebla, nubes y que al llegar al refugio empezó a despejarse para mostrarnos cada vez mas estrellas y la luna llena en su esplendor!! El clima nos premió con una temperatura agradable, sin frío ni viento. Enseguida llegó el resto del grupo y fue una gran alegría ese encuentro.

Un poco más tarde fuimos llegando los restantes, ya de noche. Gracias a eso, se nos cruzó varias veces a lo largo de la subida la Lechuza del Campanario. Nos sorprendió ver su silueta blanca cruzando delante del auto. 
La cena fue el momento de charlas y organización para el día siguiente. Aprovechando la luna llena, hicimos una corta caminata en busca de la Lechuza, pero esta vez no apareció. La noche limpia, sin nubes, la luna y las estrellas iluminaban el camino. 


Grupo contemplando la puesta de luna al amanecer
A las 7 y media de la mañana estábamos en pie, preparamos el equipo para salir y partimos rumbo a la piedra-observatorio. Para nuestra sorpresa, amanecimos rodeados de una densa niebla que de a poco fue quedando debajo nuestro, creando un paisaje mágico en el que solo se veían las cumbres flotando sobre un mar de nubes. Caminamos con la compañía de la puesta de luna llena al mismo tiempo que el sol se asomaba por el lado opuesto, a través de la niebla. 

Al llegar a la piedra, el sol empezaba a iluminar directamente el dormidero y pudimos ser testigos de los "ritos" que siguen los cóndores antes de decidirse a volar, un espectáculo magnífico. Primero se pararon de espaldas al sol en las bocas de sus huecos un largo rato, de a poco desplegaron sus alas como para que llegue el calor a cada una, aprovechando ese tiempo para acicalarse. 
Cóndores desperezándose al sol
De a uno fueron haciendo vuelos cortos, como para comprobar la temperatura del aire, de los que volvían a posarse sobre nuevas rocas, un poco más expuestas, donde volvían al ejercicio de desplegar las alas un largo rato. 
A medida que el sol fue elevándose y dando más calor, ya cerca de mediodía, los vuelos se hicieron más prolongados y pasaban de las rocas del dormidero a asentarse en el bloque de piedras cercanas a nuestro observatorio. Ese fue el momento de mayor entusiasmo, cada vez eran más y revoloteaban por arriba y debajo de los que se habían quedado ahí, con sus cámaras preparadas para captar lo más posible. ¡La fiesta de cóndores en el aire sobrepasó todas las expectativas que pudiéramos tener!
Condor Andino - hembra adulta
3 por 1 con macho adulto en el centro

Condor Andino - hembra adulta

 

En el momento que los cóndores empezaban a moverse y salir, un grupo decidimos bajar al pie de la piedra dormidero para ver más de cerca ese momento. 

El premio de nuestro recorrido fue encontrarnos con un lugar poblado de aves pequeñas que nos acompañaban con sus cantos y vuelos, mostrándonos también su modo de alimentarse.


Caminera Colorada

Vimos Caminera Colorada, Gaucho Serrano, Comesebo Andino (macho y hembra), Yal Plomizo (macho y hembra), bandadas de Cabecita Negra, Gaucho Grande que nos dio la oportunidad de comprobar las diferencias con el serrano, pareja de Águila Mora (macho y hembra) y algunos Chimangos volando entre los cóndores. 

Gaucho Serrano
Gaucho Serrano y Yal Plomizo
También pudimos observar la flora de estepa que predomina en ese lugar y los distintos macizos y jardines que se desarrollan naturalmente. Volvimos a encontrar Nastantos de distintos tamaños, Perezia recurvata, acaenas, coirones, neneos y ya en el bosque de lengas, Perezia prenanthoides son sus ramilletes secos, Ortiga Brava y algunos hongos típicos de esos bosques. Las lengas ya sin hojas, decoradas con las barbas del diablo de color verde claro, parecían sacadas de un antiguo relato. Sobre algunas empezaban a brotar los misodendros, que sirven de alimento a las cachañas.
Ortiga Brava
Ñanco Lahuen

Perezia Recurvata


















Misodendro









Bosque de Lenga












Regresamos a reunirnos con el grupo de la piedra justo a tiempo para disfrutar las últimas volteretas de los cóndores a nuestro alrededor, antes de partir a los valles a buscar su alimento. 
Emprendimos el regreso con el alma plena, los ojos brillantes y la sonrisa amplia. Habíamos participado de una fiesta de la Naturaleza. Nuestro propósito al salir había sido cumplido y superado. 
La Buitrera, lugar mágico, nos adoptó como sus incondicionales admiradores, es difícil encontrar las palabras para agradecer lo que vivimos, ¡un regalazo!



lunes, 20 de mayo de 2013

Salida al Ñirihuau: cerro la Buitrera, estancia El Desafío.

19 de Mayo de 2013

Observar al majestuoso Cóndor Andino desde el C° Las Buitreras es una actividad que la reiteramos desde hace años atrás, precisamente a mediados del otoño. Esta la época en que a los cóndores se los puede ver en grandes bandadas buscando un refugio para enfrentar las adversas condiciones climáticas.
Hoy la bajas temperaturas nos dieron un recreo y el sol  hizo sentir su presencia abriéndose paso entre las inmensas y blancas nubes.
Cauquen Comun, macho y hembra

Para llegar transitamos un camino rodeado de matorrales de ñire; ya habían perdido casi todo su follaje, sin embargo no dejaron de asombrarnos las ramitas que aún mantenían algunas hojas de colores rojos, amarillo y naranjas. Entre y sobre las mismas posaban Diucones, Dormilona Caranegra, Chimango, Zorzal, Cabecita Negra, Gaucho Grande y una pareja de Aguilucho Común. Sobre el pasto verde de los mallines caminaban y se alimentaba una bandada de Cauquén común.

Arribando al refugio de la estancia, y sobre la pared Este del cerro, pudimos divisar el planeo de varios cóndores, cosa que nos alegró mucho porque nos garantizaba de poder observarlos más de cerca. Caminamos por un camino tapizado por especies de la estepa y luego por un bosque de Lenga. Una gran bandada de Cachaña, con sus gritos estridentes y sus trajes verdes,  no dejaban de pasar de un lado a otro, buscando lugares seguros para posarse.  Fueron nuestras grandes compañeras de viaje hasta la piedra que siempre seleccionamos para sentarnos, almorzar y detenernos a observar el comportamiento de los cóndores.

A lo largo de la caminata hacia la piedra, pudimos observar cómo las plantas se adaptan al otoño y próximo invierno. Las que tienen bulbos, como la Oxalis, dejan secar sus hojas y guardan sus reservas para la primavera. Son de las primeras en florecer a fines de noviembre y principios de diciembre alegrando las laderas con sus flores en distintos tonos de rosado.


Cuando llegamos finalmente a la roca era mediodía y los cóndores habían empezado a partir en busca de su alimento. Tuvimos la suerte de que se quedaran 3 juveniles y un adulto, que nos sobrevolaron un rato y nos dieron la oportunidad de observarlos, fotografiarlos y aprender sus técnicas de vuelo.

Aguila Mora con piche
Nos preparábamos para el regreso y nos sobrevoló un águila mora. La pudimos observar perchando en una vieja lenga mientras se alimentaba. Gracias a las fotos, supimos que estaba picoteando el caparazón de un piche. La vimos desplazarse de un árbol a otro, siempre atenta al suelo, buscando su alimento.
Finalmente, la mateada fue al costado del refugio, aprovechando el reparo del fuerte viento frío reinante. Hubo variadas tortas, mates, relatos, comentarios, amable compañía y la firme intención de seguir haciendo salidas a la naturaleza, maravillosa forma de aprender cada vez más sobre ella.

 

viernes, 17 de mayo de 2013

Otoño y una Garcita Bueyera

Bariloche, Jueves 16 de Mayo de 2013.

Hoy a la tarde recibo un llamado telefónico de la mamá de un alumno de la uni (Edith Gennaro) consultándome sobre "un pájaro" blanco con un pico largo y amarillo que estaba en su patio,  acorralado por  los perros. Le pregunté sobre su tamaño y si era similar a una gaviota. Al no parecerse,  le pedí más detalles y además,  si me podía enviar una foto por mail. Al instante su hija, Ma Eugenia, me la envió y pude ver que se trataba de una Garcita Bueyera. Lo primero que se me ocurrió fue que la llevara al mallin del km 11;  sin embargo quise antes asegurarme si mi propuesta era correcta. Hablé por teléfono con Claudio Chehébar y Eduardo Ramilo, de la Delegación Técnica de Parques Nacionales, y les pareció oportuna la idea de dejarla en el mallin ya que se trata de un ambiente cálido y propicio para la garcita.
Fuimos con mi hija Chiara a encontrarnos con Edith y Ma Eugenia. La tomamos entre nuestras manos para soltarla, ¡¡¡que poco peso tenía!!!

                                                 Edith y Ma Eugenia despediéndose de la garcita

Chiara: ¡que tierna es!

                                                                  Silvana: ¡que liviana es!          

Finalmente la garcita se lanzó a caminar por el pasto húmedo en búsqueda de invertebrados para alimentarse. Sus plumas blancas y suaves nos impactaron. Pudimos comprobar cómo hace uso de sus plumitas "polveras" para distribuirlas por todo su cuerpo y de este modo, mantener blanco todo su plumaje.


                                           Afortunadamente comenzó a picotear y a comer.

Algunos individuos mueren cuando llegan a nuestra zona. Ojalá que no suceda lo mismo con la Garcita Bueyera encontrada hoy.
Esto es lo que nos dijo Eduardo Ramilo al respecto :
"Realmente no sabemos si todos los ejemplares que llegan a la zona mueren, pero es bastante difícil que puedan sobrevivir, salvo que retornen un poco más al Norte.


El tema es que la garcita bueyera es originaria de Africa, y en un caso bastante curioso dentro de las aves, se dispersó por su cuenta (esta vez sin la ayuda del humano), primero a Europa y luego a América del Norte y comenzó a bajar hasta llegar a la Argentina entre las décadas del 60 y 70.


En África, la especie realiza migraciones estacionales Norte-Sur dentro del territorio africano, y en esta época los ejemplares migrando llegan hasta el extremo Sur de África (más o menos a la misma altura de Buenos Aires), donde el mar los frena y se quedan por esa zona pasando el invierno.

Los ejemplares que están en América y Argentina mantienen ese comportamiento migratorio, pero acá no hay nada que los frene, entonces siguen mucho más al Sur de lo que deberían, llegan agotados, se encuentran con ambientes y condiciones climáticas que no son apropiadas para ellos, y de ahí que suponemos que si se quedan por la zona las posibilidades de supervivencia son muy bajas. Literalmente: "se pasaron de la raya".

A mediados de abril nos mandaron una foto de un ejemplar en el PN Bosques Petrificados!"

Gracias a la familia Gennaro por estar atenta a las aves y a Eduardo y Claudio por su buena predisposición.

domingo, 12 de mayo de 2013

Mi primer salida de avistaje de aves

El siguiente relato corresponde a mi primer salida a observar aves de forma autónoma.

La misma fue el 28/03/10, y es la copia textual del mail que les envié a Silvana y José.

Gracias a ellos conocí este fantástico mundo de las aves, y la pasión por conocerlas y fotografiarlas.
Por ese entonces tenía una Canon SX100, y mis conocimientos sobre aves eran ínfimos.

Los textos en naranja, son aclaraciones actuales...

Así comenzó todo!

Hola!, les cuento que hoy me fui solito al Otto, a ver que podía encontrar.
A unos 300 metros sobre la derecha, apenas comienza el camino de autos, habia una gran cantidad de rayaditos. Pude sacar un par de fotos (ninguna realmente buena), y grabé un pequeño video sobre todo por el "bochinche" que estaban haciendo.
Me quedé unos 10 o 15 minutos ahi.
Rayadito
Segui subiendo, y me crucé un Comesebo (no pude fotografiarlo).
Mas adelante escuché bandurrias, probablemente en los jardines de las casas que hay por ahi.
Seguí y me quedé escuchando un par de aves que no vi, y que filme para que quede registrado el sonido. (se trataba de un Zorzal Patagónico y un Chucao)
Mas arriba me crucé con un Carancho (hay foto), y unas ratonas (sin foto).
Finalmente llegué a la curva Bariloche y me metí en el sendero.
Apenas entre me crucé con un ave, parecido al Zorzal, aunque no estoy seguro de que lo fuera..  podría ser un Gaucho?, tengo foto, pero no es buena. (era un Zorzal)
Luego de la curva (donde llegamos con el curso), me encontré con una familia de Carpinteros Gigantes: madre, padre, e hijo (no se cual es cual). (la hembra no tiene capuchón rojo y posee un marcado copete)
Carpintero Gigante - hembra adulta
Carpintero Gigante - macho adulto

Me quedé un ratito sacando fotos (estaba bastante oscuro y mi cámara no responde bien ante poca luz, sin embargo hay algunas rescatables).
También los filmé. Cada vez que uno de ellos cambiaba de árbol, emitía un sonido.
Segui hasta llegar a un lugar descampado. Allí y arriba de unos pinitos, pude observar y fotografiar (no muy bien, solo lo suficiente como para reconocerlo), a un Diucón. Tenía vuelo elástico =D. (este vuelo se caracteriza porque inicia y finaliza en el mismo lugar, es decir: el Diucón está perchado en una rama, inicia el vuelo, casi vertical para intentar comer algún insecto, y vuelve a su posición inicial).
De ahi hasta el refugio Berghof no fotografié nada, y no recuerdo tampoco haber escuchado aves.
En las escaleras de ingreso al refugio (donde está la entrada para vehículos), vi y fotografíe un Chingolo.
De ahi me fui al punto panorámico, y mientras descansaba vi un Cóndor a lo lejos.
Le saque un par de fotos (que salieron tipo puntitos), simplemente para el recuerdo.
Emprendí el regreso, y tuve, creo yo, la suerte del dia. El Cóndor, se acercaba planeando, obviamente me quedé quieto fotografiandolo. Y tuve la suerte de que pasara planeando por encima mio. Lo suficientemente cerca como para sacar una foto realmente buena!!!.
Ese Cóndor me devolvió la alegria (ya que estaba bastante cansado por la caminata).
Cóndor Andino - hembra adulta
Luego fotografíe una rapaz en vuelo, o un Aguilucho Común o un halconcito, no se alcanza a distinguir bien. (era un Aguilucho Común adulto)
Y cuando creí que ya había tenido toda la suerte, una Ratona se posó muy cerca mio, y me permitió fotografiarla.
Ratona Común
Así que considero esta salida todo un éxito!, logré fotos de aves que
no tenia, y sobre todo con buenas calidades en algunos casos!
Saludos y gracias a los 2 por abrirme la cabeza, los ojos y los oídos al mundo de las aves!!!

lunes, 6 de mayo de 2013

Parque Municipal Llao Llao


Domingo 5 de mayo

Destino:  Parque Municipal Llao Llao - Sendero de los Arrayanes.
Nuestro propósito fue el de fotografiar al Huet Huet, al Churrín Andino y "cazar" visualmente a los hongos del lugar.
La mañana fresquita nos acompañó a adentrarnos en el bosque húmedo, después de varios días de lluvias. Picaflores, increíblemente, nos dieron la bienvenida haciendo las más bellas poses ante las flores del quintral y para las cámaras expertas de nuestros amigos fotógrafos. 


Picaflor Rubi, tomando un descanso después de libar un quintral
Quintral en flor

En el camino, vimos muchos comesebos, tranquilos disfrutando de “su lugar”, también pudimos observar de cerca rayaditos que en grupos numerosos alegraron nuestras retinas, personalmente ¡es la primera vez que veo tantos individuos y de tan cerquita!!
Comesebo Patagónico - Phrygilus patagonicus

Rayadito en tronco de Arrayán
Escuchamos a los chucaos que no quisieron mostrarse para todos (algunos pudieron observarlos), pero nos hacían notar que estábamos siendo observados. Algo similar sucedió con el Huet Huet quien se hizo escuchar aunque sólo vimos su silueta camuflada entre las cañas colihues.
Chucao (enramado, como suele verse en el sotobosque)
Chucao - Scelorchilus rubecula

Ante la llegada de las lluvias otoñales, hicieron su aparición los hongos, ávidos de descomponer tanta hojarasca y troncos caídos. Observamos una gran diversidad, con sus distintas formas y colores. 


Hongo "Lengua de Vaca"

Diversidad de hongos
Ramaria sp

Fue mágico al llegar al bosquecito de arrayanes descubrir el contraste entre el color de sus troncos y la alfombra blanca formada por los pétalos de las flores caídas de los árboles y matizada con el azul de algunos frutos… maravilloso. Ni que hablar de las ramas de los espinos azules cargadas de frutos.


Bosquecito de Arrayanes, tapizado por los pétalos de sus propias flores
Fruto de arrayán entre pétalos de sus flores
Fruto de espino azul

Pasado el mediodía, la mayoría del grupo dio por terminado el paseo y tres integrantes nos quedamos a seguir disfrutando de lo maravilloso que es caminar por ese bosque. Vimos más comesebos, infinidad de rayaditos y picaflores; seguimos escuchando al chucao, también vimos una Remolinera Araucana solitaria y a los gritos en la roca del Mirador. 


Quetro volador, macho y hembra
Ya en el Morenito vimos una pareja de patos maiceros, un huala disfrutando en el agua, dos parejas de quetros voladores, con su ceja blanca característica, que se fueron acercando  a nosotras y nos permitieron fotografiarlos.


¡Como siempre un Placer compartir la naturaleza junto a amigos!!  Una caricia en el alma. Gracias a todos los que compartimos este momento de Felicidad.

viernes, 3 de mayo de 2013

Garcitas bueyeras

Hoy nos avisó Mariana, hija de Cristina, amiga pajaróloga, que había un grupo de garzas bueyeras en el mallín del 11,5. Comenzamos a mensajearnos entre todos los integrantes del grupo y decidimos encontrarnos en dicho lugar para avistarlas y fotografiarlas.
Cuando llegamos estaban alejadas y no podíamos divisarlas a simple vista.
Decidimos entonces cruzar a Bahía Serena, donde un grupo de patos barcinos y maiceros compartían la costa del lago.
Muy buena oportunidad para identificar las diferencias entre ellos:
El barcino es mas "achatado", cabeza negra, flancos (costados del cuerpo), lisos.
Mientras que los maiceros tienen la típica forma de "2", la garganta blanca, y los flancos moteados.
Patos barcinos adelante y maiceros detrás

También una Bandurria Austral se acercó a la escena y desde una piedra dentro del agua, nos observó un largo rato bajo la lluvia.
Bandurria Austral
Volvimos al mallín y una garcita por suerte se acercó y Facu la fotografió, otra levantó vuelo y se escondió entre las patas de los caballos que pastaban en el mallin.
Pudimos observar sus plumas blancas, con sus patas negruzcas, caracterísitcas del plumaje invernal o de los jueveniles.
Garcita Bueyera
Garcita Bueyera
 Por estos lugares, son visitantes de otoño de unos pocos días solamente, no es el hábitat propicio para esta especie.

Una invitación para los barilochenses que no han  tenido la oportunidad de conocerla.! Vayan con los binoculares a buscarla, frente a la playa de Bahía Serena.

  Finalmente y pidiendo permiso, ingresamos a la parte de atrás de la Cervezería La Berlina, donde nos acompañaron los siempre simpáticos cachuditos de pico negro.
Cachudito Pico Negro