7 y 8 de octubre
de 2012
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Laguna Blanca |
Organizamos esta
particular salida de dos días de duración, en base al conocimiento de que las
lagunas de esta zona albergan una de las poblaciones más grandes de Cisne de
Cuello negro, quienes las eligen para anidar. A este primer objetivo sumamos el
interés en observar las aves migratorias y aquellas que también están anidando
en el lugar, además de la fauna en general que habita un entorno natural muy
particular en cuanto a su geografía.
Partimos temprano
de Bariloche por la ruta que va a Zapala. A lo largo de la ruta vimos un
numeroso grupo de ciervos formado por hembras y sus crías. Nos sobrevolaron una
pareja de Águila Mora, un Aguilucho Común y algunos Jotes de Cabeza negra. no eran cab colorada???
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Ciervo Colorado, hembras y crías |
Cerca del
mediodía llegamos al Parque, nos impactó la vasta laguna en medio de una cadena
de cerros de variadas alturas. El paisaje está conformado por un grupo de
lagunas de estepa formadas en cubetas basálticas, rodeadas de cerros de origen volcánico, algunos
caracterizados por el color rojizo oscuro de sus laderas. La de mayor
superficie es Laguna Blanca, a la que rodean Laguna Verde, Antiñir, Jabón,
Antonio, del Hoyo, del Hueso, del Molle, del Overo, entre otras pequeñas
lagunas, que no siempre mantienen su caudal de agua. Ni bien llegamos, fuimos
al centro de visitantes en busca de los Guardaparques que nos habían informado
y asesorado sobre el lugar antes de emprender el viaje. Ellos nos indicaron
lugares a visitar en nuestros dos días de estadía y dónde acampar.
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Campamento |
El acampe
merece un párrafo aparte, sabíamos que no tenía ningún servicio pero nos
sorprendió la aridez del lugar elegido. De todos modos nos acomodamos bien, al
reparo de una alta pirca que protege del viento dominante que viene de la
laguna.
Enseguida nos
fuimos a recorrer la laguna. En cuanto salimos del Centro de Informes, nos
encontramos con bandadas de Remolinera Común y Yal Negro.
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Remolinera Común |
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Yal Negro |
Los
Cisnes de cuello
negro se habían ido a otras lagunas en su gran mayoría, pero pudimos ver de
cerca una pareja que recorría la orilla. Los que sí se hicieron presentes
fueron los
flamencos.
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Cisne de Cuello Negro |
Una gran bandada se estaba alimentando en una bahía
cercana. También vimos Huala, Gaviota Capucho Café, Playerito Unicolor, Pato
Crestón y Gaviota Cocinera. Se nos cruzaron, Comesebo Andino, Chingolo, Calandrias
perchando en los arbustos y, a lo largo de la costa, Sobrepuesto, Dormilona
Fraile y Pico de Plata haciendo demostración de su vuelo elástico. También disfrutamos del
Playerito Unicolor alimentándose entre las piedras.
La gran sorpresa
fue encontrar, entre los arbustos del roquerío al lado del acampe, un nido de
Cacholote Pardo. Lo veíamos revolotear alrededor de las matas y por fin
descubrimos la entrada y salida del nido, hecho de ramas espinosas de Molle y sus
accesos rodeados de Nassauvia glomerulosa, también cubierta de espinas.
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Nido de Cacholote, entrada |
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Cacholote Pardo |
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Bandada de Flamencos |
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Nido de Cacholote, salida |
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Amanecer del segundo día |
Por la noche la reunión fue en la carpa comedor de nuestro
“hotel 1000 estrellas”, ahí compartimos cena, charla y organización para el día
siguiente. Después de comer, bajamos a la playa donde recibimos una mini-clase
magistral de aproximación al conocimiento de las constelaciones, aprovechando
que la noche estaba totalmente despejada y sin luna, en ese momento menguante.
Después de una
noche muy fría, con temperaturas bajo 0º, amaneció un día soleado con cielo
totalmente despejado. El desayuno al sol fue el momento para otra
interesantísima charla, esta vez sobre antropología. La variedad de intereses y
ocupaciones de los integrantes del grupo y su generosidad para compartirlos con
todos, nos enriquecen como personas y generan fuertes y valiosos lazos de
amistad.
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Coirón |
Según lo que
habíamos planeado, salimos hacia la Laguna Antiñir por un camino vecinal que usan
los pobladores para llegar a sus viviendas. Siguiendo un desvío, finalmente
llegamos a la laguna. Estaba cubierta en gran parte por follaje subacuático, entre ellos gambarusa, planta acuática donde las ranas y renacuajos se refugian y alimentan. También es usada por los Cisnes y Flamencos, entre otras aves acuáticas, como alimento y para hacer sus nidos. Ahí disfrutamos una nueva demostración de la habilidad de
los flamencos para moverse sobre el agua. Cerca de ahí, encontramos un Gaucho
Chico (confirmar), entre los arbustos distinguimos Coludito Cola Negra, Chorlo
Cabezón, al tiempo que varias rapaces nos sobrevolaban.
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Plantago / Maihuenia / Nassauvia glomerulosa |
A lo largo de la
caminata pudimos ver gran variedad de plantas de estepa, el siempre presente
Coirón, matas de Neneo, Cortaderas cerca de las lagunas, Nassauvia
lagascae, Garbancillo (Astragalus palenae), Tristagmas en flor, Maihuenia en flor, entre otras.
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Molle con agallas |
Pudimos observar un Molle con gran cantidad de agallas ya vacías.
En el camino
vimos un Choique macho con sus Charitos, de apenas horas de nacidos. De pronto se nos apareció un numeroso
grupo de Agachona Chica, muy difícil de distinguir debido al gran mimetismo con el
entorno estepario. También pudimos ver Martineta Común, Aguilucho Común y
Halcón Plomizo (no estoy segura si esto no fue a la vuelta… )
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Neneo "bonsai" resistiendo al clima y el pastoreo |
Esa misma tarde
emprendimos el regreso, con la firme intención de volver a Laguna Blanca, sintiendo
que ¡nos queda tanto por ver y conocer!! A la imponencia del paisaje se suman
las innumerables emociones vividas, compartiendo cada momento y cada nuevo
rincón que se abría ante nosotros.
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Volcán Lanín entre nubes |
En la ruta de
vuelta nos maravilló el fuerte perfil del Volcán Lanín, con nubes que abrazaban
su cumbre y le daban un color plateado al cielo de la tarde. En el sector que
acompaña el recorrido del río Collon Cura, hicimos una parada cerca de un área
de mallín. Y el gran premio fue observar a las aves habitantes de esos
ambientes acuáticos, Pato Overo, Varillero Ala Amarilla, Gallareta Escudete Rojo,
Tachurí 7 Colores, Junquero… ¡Qué lujo! Un maravilloso broche final para
nuestro paseo de dos días. También ahí, supimos que teníamos que volver para
seguir descubriendo lo que ese lugar en particular tiene para mostrarnos.
Como siempre, la
conclusión de estas salidas es descubrir el gran valor que tiene dedicar tiempo
de nuestra vida a ser capaces de detenernos y simplemente observar las
maravillas de la Naturaleza. Cada espacio en particular nos espera con sus
secretos que hablan de un sistema equilibrado donde el suelo, las plantas, la
fauna y las aves conforman una parte importante del ciclo de la vida.